El pasado martes, se estrenó “Luján, crónicas de un río que nunca duerme” en las salas de Cinépolis. El documental, dirigido por Juan Pablo Redondo y Diego Tomasevic, profundiza en el fenómeno de las inundaciones en la ciudad: ofrece un recorrido por los episodios más recientes, da voz a quienes los vivieron en carne propia y muestra las intervenciones ejecutadas para mitigarlas.
La sala estuvo repleta. Vecinos de la ciudad, periodistas y figuras reconocidas se dieron cita a las 19 h para la proyección. Entre los asistentes se encontraban autoridades municipales y provinciales, como Leonardo Boto, intendente de Luján; Christian Asinelli, vicepresidente corporativo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF); y Gabriel Katopodi, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia.
También asistieron protagonistas del relato, como Sergio Frascaroli, presidente de la Asociación Inundados de Luján, uno de los vecinos que padecieron las inundaciones y que se ha convertido en referente de la comunidad organizada. La audiencia incluyó además miembros de los Bomberos Voluntarios, representantes de organismos provinciales y otros periodistas locales, lo que refleja el peso histórico del documental para la ciudad.
Luego de la función, el director Juan Pablo Redondo se dirigió al público para destacar la pluralidad de testimonios: “Los políticos, desde distintos ámbitos, aportaron visión y soluciones, y los organismos que invierten en la comunidad también brindaron su testimonio y ofrecieron respuestas a los problemas existentes. La obra monumental del río nos acerca un poco de esperanza y soluciones”, subrayó
El documental se posiciona como una pieza audiovisual clave para comprender no sólo el impacto humano y urbano de las crecidas del río Luján, sino también el entramado institucional que permitió el avance de obras de infraestructura largamente postergadas. A lo largo del film, se percibe una narrativa que entrelaza dolor, lucha y resiliencia, con un enfoque en el trabajo colectivo como herramienta de transformación social.
Por su parte, las imágenes y el montaje logran transmitir con fuerza los contrastes entre el pasado reciente de catástrofes naturales y un presente marcado por la ejecución de obras hidráulicas de gran escala. El tono sobrio pero esperanzador del documental encuentra eco en el testimonio de funcionarios, técnicos y vecinos que apuestan por un futuro menos vulnerable para la comunidad lujanense.
Con esta producción, Luján no solo recupera su memoria colectiva, sino que también reafirma su compromiso con la prevención y la adaptación al cambio climático. “Crónicas de un río que nunca duerme” se convierte así en un documento indispensable para entender una de las problemáticas más profundas del territorio, desde una mirada que conjuga sensibilidad, rigor y compromiso.